Llega un momento en el que todo propietario se plantea realizar una reforma del baño, ya sea integral o solo para atender algunos problemas.
¿Cómo saber que realmente se trata del momento oportuno para realizar la obra? Esta duda la resolvemos a menudo en nuestra empresa de reformas en Valencia por lo que hemos considerado acertado escribir una entada dando respuesta a nuestros lectores.
Periodicidad de las reformas del baño
Las reformas del baño no tienen una periodicidad fija. No obstante, gran parte del mobiliario que conforma el aseo comienza a presentar problemas después de 15 o 20 años, dependiendo de los cuidados que hayan recibido.
Muy a menudo los problemas que requerirían una reforma permanecen ocultos. Si se sospecha que el baño ya no está en buen estado puede merecer la pena solicitar los servicios de un fontanero o de un perito. Ambos tienen las atribuciones necesarias para informarle de las averías y deterioros detectados, así como de su gravedad.
El intervalo dado arriba no debería ser considerado como una regla inamovible. Existen muchos motivos por los que una reforma, si bien parcial, podría tener lugar antes de que la estancia alcance esa antigüedad. Entre los ejemplos más habituales que hemos podido estudiar en nuestra empresa de reformas en Valencia se encuentran las malas instalaciones originales (tubo sifónico, cañerías, etcétera) junto con el uso de productos de segunda categoría.
Si los adhesivos y aislantes usados en el sellado son poco resistentes, las juntas de estanqueidad se agrietan con los cambios de temperatura y las tuberías no reciben su tratamiento superficial anticorrosión lo más probable es que aparezca una avería grave en poco tiempo.
¿Qué hace falta para una reforma de baño de calidad y duradera?
Dependiendo del caso particular, la reforma del baño puede consistir en la sustitución de un conjunto de elementos (grifería, tuberías, mobiliario) o en una reforma integral, que suele incluir las baldosas y los azulejos.
Cuando se trate de la primera opción hay que evaluar seriamente la idoneidad de realizar una reforma de mayor alcance. Durante una reforma la mano de obra y los desplazamientos suponen las partidas más voluminosas, mientras que los gastos por materiales permanecen en segundo plano. Así pues, puede convenir extender el ámbito inicial de la reforma a aquellos aspectos que sean susceptibles de estropearse brevemente a causa de su edad. La cantidad de horas de trabajo necesarias solo aumenta marginalmente, siendo un ahorro frente a la alternativa: volver a realizar una reforma cuando el elemento en cuestión se estropee.
Además, realizar una reforma de mayor calibre permite cambiar la decoración de la sala. Si después de tantos años se quiere poner al día la decoración del baño, durante una reforma integral es posible adaptarse a los nuevos tiempos y, con el resultado, hacer gala de un baño a la moda.