Las ventajas de cambiar la bañera por un plato de ducha son muchas: comodidad, seguridad y ganar espacio, entre otras muchas.
Tú decides de principio a fin, por lo que puedes ir mirando modelos de platos de ducha en tu tienda, así como modelos de grifería.
Los platos de ducha pueden ser de carga mineral, acrílicos y cerámicos. Los primeros son los más bajos, con lo que su instalación es prácticamente a ras de suelo. Otra posibilidad es hacer tú mismo el plato con malla de gresite antideslizante, manta impermeable y cementos cola y pasta para juntas hidrófugos.
Luego hay que tomar medidas y calcular bien los materiales que necesitas. También puedes aprovechar la obra para hacer más cambios, como sustituir los sanitarios o, incluso, poner iluminación nueva.
Pasos para cambiar la bañera por un plato de ducha
1. Eliminar grifería
Cerrando las válvulas y desagües al mismo tiempo.
2. Retirar bañera
Quitando azulejos del lateral, y procurando no golpear a ninguna pared adyacente.
3. Preparar la superficie y las tuberías de desagüe
Hacemos una solera nueva si es necesario, medimos todo y conectamos la tubería.
4. Colocar plato de ducha
Echamos el elemento fijador y colocamos el plato propiamente dicho. Nivelamos, colocamos la válvula y colocamos los azulejos que hagan falta para tapar el agujero que haya quedado. Limpiamos la superficie y sellamos las juntas.
La contratación de un profesional para que nos asesore en cuanto a nuestras necesidades y prioridades, consiguiendo la mejor relación calidad-precio es crítico. Además nos puede sugerir soluciones que a nosotros no se nos habían ocurrido y al final a pesar del coste que pueda suponer en un inicio, finalmente sale muy a cuenta.
Qué os parece? Es un proceso realmente rápido, pero requiere de cierta pericia.
Lo ideal es dar con el profesional adecuado para la problemática y atajar el problema de raíz.