“Esa antigua casa de pueblo tiene unas posibilidades inmensas. Eso sí, su estado actual deja bastante que desear.”
Quizás porque acabamos de heredarla o porque nos apetezca vivir en una típica casa de pueblo, tenemos que embarcarnos en la reforma de dicha casa de pueblo. Puede que actualmente estés en esa situación y no sepas por dónde empezar, ¡pero no te preocupes!
Por eso, te vamos a dar una serie de consejos para hacer con éxito una reforma de una casa antigua de pueblo.
Antes de empezar, lo recomendable es elegir a una empresa de reformas en que disponga de un arquitecto en plantilla para que pueda asesorarte en el terreno técnico y solicite los permisos y licencias comentadas.
Una vez dispongamos de un pequeño proyecto y licencia concedida con planos y demás ya podremos empezar las obras.
En Reformas Mislata, nos encargamos de convertir tu casa antigua en una nueva, con una instalación moderna y cómoda, pero con esos muebles y esa apariencia con tanto encanto, ¿verdad? Puedes solicitar presupuesto aquí.
No olvidemos que cualquier propuesta de distribución de estancias en las casa, materiales o detalles decorativos, serán más que bienvenidos por parte de la dirección facultativa del proyecto. En resumen, es más que necesario que te impliques de lleno en el proyecto. Al fin y al cabo, ¡es tu casa!
Hay que tener en cuenta una serie de factores a la hora de realizar la reforma de una casa de pueblo. Hay que dividirlo en dos partes fundamentales. Por un lado, tenemos que rehabilitar las partes estructurales. Y por otro, tenemos que rediseñar y/o reformar las partes interiores.
Reforma de la parte estructural de una casa de pueblo
Esta es la parte que diferencia una reforma integral de un piso con la reforma de una casa vieja.
La fachada
Si cuando pedimos los permisos y licencia de obras en el ayuntamiento de turno nos dan el visto bueno para ello, lo primero que habrá que presupuestar es la adecuación de la parte exterior de la casa. Aquí, tendremos que empezar a tomar decisiones como por ejemplo el color de la fachada (si elegimos pintura o mortero) revestimientos que vamos a poner, etc.
Hay que tener en cuenta que cuando estamos dentro de un núcleo urbano, a veces nos van a hacer respetar cierta «armonía urbanística» por parte de vecinos o los técnicos del ayuntamiento.
Por ejemplo, poner un determinado tipo de puertas de entrada, cierto tipo de rejas en las ventanas, etc.
Seguiremos por el tejado
Uno de los elementos que suele estar más deteriorado suele ser el tejado (si es que todavía queda algo del mismo). Antiguamente se solían construir con materiales naturales como la madera, el cañizo, etc. Por eso, es importante reforzar convenientemente la estructura con vigas prefabricadas de hormigón que cumplan con la normativa técnica de edificación actual.
Si se desea conservar la esencia de la casa, se puede tratar la madera a fin de reforzarla. Si cabe la posibilidad de dejar «vista» la viga puede darle un toque de autenticidad y calidez a la estancia.
Es muy importante encargar este trabajo a una empresa especialista en este tipo de trabajos dado que entrañan bastante peligro y es mejor que no tengamos que acordarnos de ellos los días de fuertes vientos o lluvias intensas que se suelen dar a lo largo del año por nuestras tierras.
Paredes de piedra
Antiguamente, los muros de las casas de pueblo se levantaban a conciencia. Esto quiere decir que suelen tener una anchura considerable que nos aísla del frio y del calor de manera natural por lo que es un valor a conservar. Hay casos en los que dejar la piedra vista en alguna estancia puede ser nuestro mejor aliado a la hora de decorar un baño, por ejemplo. Dándole un toque rural y auténtico nada desdeñable.
Para la gran mayoría de la casa, el enyesado es lo más habitual. En algunas ocasiones, tendremos el problema de las humedades. Principalmente, en ventanas mal aisladas o en habitaciones que se encuentren a nivel del sótano. En este caso habrá que aplicar algún tratamiento adicional antes del enyesado que aísle por completo la pared.
Reforma de la parte interior de la casa
Es interesante trabajar los materiales nobles siempre que se pueda. El estilo rústico es la apuesta ganadora en estos casos a nivel de concepto. Las baldosas y baldosines hidráulicos son una opción muy interesante para decorar alguna escalera, o añadir un detalle de color a alguna estancia.
Se debe pensar a fondo en la nueva distribución de la vivienda dado que con el paso del tiempo quizá nuestras necesidades han cambiado (hemos ampliado familia, se va a hacer un uso mayor de la casa, etc.) por lo que esta se convierte en una parte fundamental de la reforma.
Instalaciones
Este apartado es una oportunidad para renovar y actualizar todas las instalaciones para que se cumpla con la legislación vigente (tema eléctrico, eficiencia energética, fontanería, climatización etc.) de manera que nos aprovechemos de los nuevos materiales para ponerlos a nuestro favor.
Por ejemplo, podemos aprovechar e instalar unas placas fotovoltaicas para reducir la factura de la luz, instalar un acumulador de agua caliente solar, pensar en la mejor forma de climatizar y calentar la casa. La calefacción es la instalación que más gasto puede generar en una casa de pueblo, por lo que elegir un sistema adecuado nos puede salir realmente rentable a largo plazo.
Aquí también podemos incluir detalles rústicos como por ejemplo en las llaves de la luz, poner una chimenea de obra decorativa, etc.
Como puedes ver, el trabajo de una reforma de una casa de pueblo es complejo y requiere de una serie de pasos. Ahora bien, siguiéndolos tendrás la oportunidad de conseguir una antigua casa realmente espléndida y funcional.